NUEVO ESTUDIO
Nueva legislación en contra de las mercaderías robadas
Nueva legislación en contra de las mercaderías robadas
Estará vigente a partir de septiembre del corriente año luego de un largo trayecto de investigaciones relacionadas con este fenómeno. Se debe al creciente número de siniestros ocurridos durante los últimos meses.
Durante el año 2008 se ha realizado una investigación acerca del origen de las mercaderías vendidas. Para comenzar, las instituciones comprometidas decidieron realizar encuestas a las personas acerca de qué productos compran normalmente.
Esto fue analizado dentro de la línea de la ropa especialmente. Sin bien las respuestas fueron variadas, el 50 % admitía haber comprado al menos una prenda en negocios no autorizados, y el dentro de ese número, la mitad no hacía diferencia entre la ropa vendida de modo legal y la que no cumple con alguna de las normas. Argumentan que la diferencia de precio es muy grande entre la ropa de las dos categorías, pero no saben exactamente de donde provienen por lo que prefieren no preguntarlo. La mayoría de las personas suponen que la mercadería tiene algo extraño detrás, ya que no encuentran el por qué del precio menor. Sin embargo, no quieren averiguarlo para no quedar involucradas.
Al finalizar los análisis de la encuesta que duró dos meses, las instituciones determinaron que el origen de la ropa que no es vendida de modo legal, tiene varias fuentes de ingreso: desde la omisión del paso por la aduana hasta el robo de la ropa por otro medio, incluyendo los modelos copiados de marcas registradas.
Puntualmente, la ropa que es robada y luego vendida tiene otro punto interesante que también fue analizado. La inquietud de las instituciones, se centraba en el desconcierto que generaba pensar en individuos que saben que están comprando ropa que fue anteriormente robada, cuando también se “molestarían” si a ellos les roban prendas. Por lo tanto, luego de la primera encuesta se profundizó la investigación en el mes de julio, lo que implicó el compromiso de más organismos oficiales. Éstos se centraron en lo que implica la compra de ropa robada, comenzando por el hecho de que una persona, fábrica o empresa es desprendida de sus mercaderías.
Sin embargo, el centro de esta nota es observar este hecho desde tres puntos de vista: los fabricantes, los que roban y los “ingenuos” compradores.
Los fabricantes producen prendas, las cuales pueden ser robadas en varias instancias, y eso genera una pérdida para su negocio en el momento y, por el hecho del robo, posiblemente implicará un aumento en personal de seguridad para que esto no vuelva a ocurrir.
Los ladrones no tienen mayor problema que el de ser descubiertos, por lo que deben encargarse de realizar una buena intercepción. Luego de esto, se encargan de vender la ropa, sin pensar en los fabricantes. El inconveniente lo tendrán probablemente a partir de agosto, ya que comenzarán las acciones del estudio realizado.
Lo más difícil de comprender es el punto de vista de los compradores. Por un lado, puede entenderse que comprando mercadería robada están reduciendo su gasto en ropa, pero no puede obviarse el hecho del robo que esto trae, y hace que continúe.
Por lo pronto, en septiembre ya estarán comenzando las acciones que van desde el aumento de la seguridad, hasta el levantamiento de todos los puestos que no cumplen con las normas establecidas.
Esto fue analizado dentro de la línea de la ropa especialmente. Sin bien las respuestas fueron variadas, el 50 % admitía haber comprado al menos una prenda en negocios no autorizados, y el dentro de ese número, la mitad no hacía diferencia entre la ropa vendida de modo legal y la que no cumple con alguna de las normas. Argumentan que la diferencia de precio es muy grande entre la ropa de las dos categorías, pero no saben exactamente de donde provienen por lo que prefieren no preguntarlo. La mayoría de las personas suponen que la mercadería tiene algo extraño detrás, ya que no encuentran el por qué del precio menor. Sin embargo, no quieren averiguarlo para no quedar involucradas.
Al finalizar los análisis de la encuesta que duró dos meses, las instituciones determinaron que el origen de la ropa que no es vendida de modo legal, tiene varias fuentes de ingreso: desde la omisión del paso por la aduana hasta el robo de la ropa por otro medio, incluyendo los modelos copiados de marcas registradas.
Puntualmente, la ropa que es robada y luego vendida tiene otro punto interesante que también fue analizado. La inquietud de las instituciones, se centraba en el desconcierto que generaba pensar en individuos que saben que están comprando ropa que fue anteriormente robada, cuando también se “molestarían” si a ellos les roban prendas. Por lo tanto, luego de la primera encuesta se profundizó la investigación en el mes de julio, lo que implicó el compromiso de más organismos oficiales. Éstos se centraron en lo que implica la compra de ropa robada, comenzando por el hecho de que una persona, fábrica o empresa es desprendida de sus mercaderías.
Sin embargo, el centro de esta nota es observar este hecho desde tres puntos de vista: los fabricantes, los que roban y los “ingenuos” compradores.
Los fabricantes producen prendas, las cuales pueden ser robadas en varias instancias, y eso genera una pérdida para su negocio en el momento y, por el hecho del robo, posiblemente implicará un aumento en personal de seguridad para que esto no vuelva a ocurrir.
Los ladrones no tienen mayor problema que el de ser descubiertos, por lo que deben encargarse de realizar una buena intercepción. Luego de esto, se encargan de vender la ropa, sin pensar en los fabricantes. El inconveniente lo tendrán probablemente a partir de agosto, ya que comenzarán las acciones del estudio realizado.
Lo más difícil de comprender es el punto de vista de los compradores. Por un lado, puede entenderse que comprando mercadería robada están reduciendo su gasto en ropa, pero no puede obviarse el hecho del robo que esto trae, y hace que continúe.
Por lo pronto, en septiembre ya estarán comenzando las acciones que van desde el aumento de la seguridad, hasta el levantamiento de todos los puestos que no cumplen con las normas establecidas.
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